Misión cumplida
30 de agosto de 2010
 

Mañana martes, 31 de agosto, se cumple el plazo para la salida de las tropas estadounidenses de Iraq. Tras sus pasos dejan un país en manos de políticos corruptos elegidos por sus currículos delictivos, enfrentamiento sectario promovido por el ocupante, un millón de muertos y cinco millones de desplazados según fuentes solventes, elecciones con censos manipulados, miles de presos sin cargos, creación de escuadrones de la muerte ligados a los partidos en el poder, cortes de luz y agua continuos para una población exhausta, empobrecida y desesperada, destrucción de la enseñanza, del estado, saqueo de su legado histórico y cultural, robos millonarios de partidas dedicadas a la reconstrucción, 300 asesinatos mensuales, desaparición y muerte de intelectuales, represión, torturas, amenazas de muerte contra la libertad de expresión y lo más importante: una ley del petróleo redactada inicialmente en inglés (no en árabe) por encargo de los invasores, que legaliza el saqueo de sus riquezas bajo la confabulación del BM y el FMI y el silencio interesado de aquellos países y partidos occidentales que, incluso, se opusieron a la guerra. Un plan perfecto para eliminar cualquier oposición, una jugada de ajedrez sofisticada para culpar de todos los males a la incompetencia del país: juzgue usted mismo si la misión estadounidense ha sido un éxito o un fracaso.